McLaren es sinónimo de excelencia en
el mundo del motor, y todo un símbolo de la superioridad
automovilística. Pero pocos saben que la marca se creó gracias a un
joven de Nueva Zelanda, un pionero que decidió seguir su sueño y que,
con todo en contra, se convirtió en un campeón y llevó a su equipo a la
grandeza. A pesar del trágico accidente que le costó la vida siendo muy
joven, el legado de Bruce McLaren continúa vigente, y su pasión y visión
por la innovación son los valores que rigen hoy en día en la ingeniería
automovilística. McLaren es la historia inspiradora de un niño de
origen humilde que se atrevió a conquistar el mundo de las carreras, y
lo consiguió.